Vivimos en una sociedad que nos sobre exige y siempre espera que rindamos un poco más, hasta que un día nuestro cuerpo nos dice basta, sufrimos malestares y luego enfermamos.
Es este momento donde quieres encontrar paz, una vida más saludable, sentirte plena y con menos estrés pero ¿Por dónde empezar?
Comienza por analizar tu interior.
La forma en la que te sientes tiene incidencia directa con el estado de tu microbiota intestinal.
Sencillamente, la microbiota humana esta compuesta por microorganismos que habitan en nuestro cuerpo de forma habitual y se encargan de mantenerlo en equilibrio. El consumo de probióticos favorece a la microbiota intestinal, incentivando la producción de una hormona llamada serotonina (conocida como la hormona de la felicidad), vital para mantener el equilibrio mente-cuerpo.
Podemos afirmar que el consumo de probióticos genera beneficios directamente relacionados con tu microbiota intestinal, ya que contribuye en la absorción de los nutrientes de tu dieta y evita que bacterias dañinas provoquen enfermedad, además de mejorar la asimilación de comidas evitando que sientas una sensación de pesadez y malestar.
La vida crea distintas situaciones de estrés y puede que en ocasiones no te sientas capaz de afrontarlas, estas condiciones generan un desbalance en tu interior conocido como disbiosis intestinal, para evitarlo, dedica un momento para cuidar tu cuerpo y mente.
Hoy te contaremos como puedes mantener en balance tu microbiota con 3 simples prácticas:
Incorporando estas prácticas en tu vida, podrás notar como el consumo de probióticos aporta beneficios para la microbiota intestinal y cambiará por completo tu forma de disfrutar los días.
¡Aprovecha este momento, estás decidida comenzar tu camino de bienestar y hacer algo para ti misma, eso es increíble!
Recuerda, pequeños cambios a diario te ayudarán a sentirte mejor, si tu microbiota está en armonía tu cuerpo también.